Este fin de semana una nueva carrera, la 10ª para mí del 2016: la Popular de Silvota, una de las poquísimas carreras gratuitas que aún quedan en el calendario. Acudía por tercer año consecutivo con la única intención de volver a mejorar mi marca en ésta prueba.
Llegué junto a Juan 1 hora antes de la carrera para recoger el dorsal y tomar el café pre-carrera. Allí había también un buen número de compañeros correrastures. Después del café me puse a calentar con Alfredo, unos estiramientos dinámicos y unos sprints siempre necesarios, más en una carrera tan explosiva como ésta en la que hay que salir a tope ya desde el primer metro.
Nos colocamos bajo el arco de salida y se guarda un minuto de silencio por el reciente fallecimiento de Jesús Santesteban, el que fuera atleta y presidente del Gijón Atletismo. Tras un primer disparo “de mosqueo” se da la salida definitiva y a correr. Salida rapidísima y primer km ya a 3’33’’. El pelotón empieza a estirarse y van formándose pequeños grupos, yo voy en uno donde hay algún corredor más de mi categoría. El segundo km también muy rápido, a 3’36’’ y luego ya viene un pequeño repecho que hace que el grupo se separe ligeramente y el ritmo baje un poco. En esa subida algunos corredores optan por subirse a la acera para después volver al asfalto sin haber conseguido ninguna ganancia, al contrario, alguno que venía en mi grupo tropieza en esa mezcla de acera, hierba y asfalto y se cae al suelo, afortunadamente sin más daños físicos que algún rasguño. Ese tercer km ya sale algo más lento, a 3’44’’.
Ahora bajamos para coger otra calle del polígono, ahí voy junto a Juan y se nos une un tercer corredor que viene por detrás, se queda un rato con nosotros y luego nos deja atrás. En esa larga calle nos da el viento de cara y además es en ligera subida, casi inapreciable, lo que hace que sea el km más lento de toda la carrera (3’53’’). Entramos en el 4º km, a partir de aquí hasta meta ya es terreno más favorable, ligeramente cuesta abajo hasta coger la misma calle por la que pasamos en el primer km y terminar la carrera en el mismo sitio. En esa largisima recta final se ve el arco al fondo pero parece que no acaba de llegar. Aquí me pasan 3 corredores que vienen como flechas y ese 5º km me sale a 3’39’’, últimos metros rapidísimos y entro en meta con un tiempo de 18’47’’, 21 de la general y 7º de mi categoría.
La prueba de lo que crece año tras año esta carrera, sobre todo en nivel de participación, es que hace 2 años hice justo 1 minuto más que hoy y quedé el 3º de mi categoría. Pero yo acabo la carrera muy contento ya que consigo mejorar también el tiempo del año pasado en 15 segundos.
Después de coger aire, un poco de charla y alguna foto con otros corredores que también ya han llegado a meta y a recoger la magnífica bolsa del corredor. Si, aparte de ser una carrera gratuita hay una buena bolsa con pastelillos, té, caja de galletas, fruta, agua… El único lunar de la carrera no viene de la organización sino de la empresa de cronometraje, que se hizo un auténtico lio con las clasificaciones, tardaron mucho y aún siguen estando mal. Una pena porque aunque no es un tema suyo esto acaba manchando el buen hacer de los organizadores.
Me quedo un rato a charlar con mi cuñado y mis sobrinos que han venido a animar y después me vuelvo para Gijón con mi hijo y con Juan. Ahora a prepararse para la próxima que será ya el sábado, los 10 km de Avilés.
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